domingo, 23 de marzo de 2008

NOCHE 10 - TAN LEJOS, TAN CERCA.

Debo de reconocer que toparme nuevamente con Alexandra me llevó más días de los previstos. Cuestión de suerte, supongo.

Pero la ocasión se presentó un día inesperado. Ahí estaba, ataviada totalmente de negro, dándose a notar, siendo, faltaba más, la sensación de la ficción exigua. Era momento pues, de poner la mente clara, el objetivo en foco y tener nervios de acero.

Pero cualquier estrategia fue inútil. Llegó, se plantó frente a mí, con las dos manos en la cintura, una risa coqueta, una mirada intimidante y una pose atractiva. Su primera frase fue “¿Por qué no me hablaste mi flaquito?”

O sea, había pasado más de un mes desde que la conocí y me dio su teléfono, no la había vuelto a ver desde ese entonces, era uno más entre el mar de pelados que diariamente Alexandra conocía y debía de tratar, habían pasado ya varias noches de alcohol, desveladas, bailes excesivos, encuentros en zona de ticket table…y uno que otro privado. Y a pesar de todo ello me recordó.

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