- Está loca.
- Es alcohólica y drogadicta.
- Es convenenciera.
- Es harto conflictiva con la clientela, compañeras y la gerencia. De hecho puede llegar a los insultos de la peor ralea y a los golpes despiadados, por lo que no han sido pocas las ocasiones que ha sido suspendida.
- Es súper posesiva y celosa.
- No duda en ser puta cuándo la ocasión se presenta.
- No es muy bonita. Y tampoco está buenota.
- No baila nada. Es cierto que en su presentaciones saca chispas pero lo que ella hace no se le puede llamar bailar. A lo mucho se le puede llamar “performance”.
- Es más naca que ponerle una playera de Snoopy al asiento del coche.
- Tiene un aroma personal penetrante.
- Ya en estado de ebriedad severa, te puede rechazar, gritar, mentar madres, o burlarse sutilmente de ti.
- En el área de ticket table es súper atascada.
- Es mediocre e ignorante. Ni modo.
- He gastado mucho dinero en ella.
- No tiene caso hablarle por teléfono.
- Sé que no voy a ganar nada con ella.
- Para ella sólo soy un cliente. Conocido y consentido pero cliente al fin y al cabo.
- Me hacen daño sus (vacuas) palabras de cariño.
- Mi dignidad no sirve para nada frente a ella. Mi fuerza de voluntad menos.
- Una de las razones de escribir este blog es por ella.
Sí, todo esto es cierto. Lo acepto. Pero a pesar de todo ello, Alexandra significa algo para mí. Punto. Ya lo escribí. Y no me retracto (12 de Agosto del 2007).
- Es alcohólica y drogadicta.
- Es convenenciera.
- Es harto conflictiva con la clientela, compañeras y la gerencia. De hecho puede llegar a los insultos de la peor ralea y a los golpes despiadados, por lo que no han sido pocas las ocasiones que ha sido suspendida.
- Es súper posesiva y celosa.
- No duda en ser puta cuándo la ocasión se presenta.
- No es muy bonita. Y tampoco está buenota.
- No baila nada. Es cierto que en su presentaciones saca chispas pero lo que ella hace no se le puede llamar bailar. A lo mucho se le puede llamar “performance”.
- Es más naca que ponerle una playera de Snoopy al asiento del coche.
- Tiene un aroma personal penetrante.
- Ya en estado de ebriedad severa, te puede rechazar, gritar, mentar madres, o burlarse sutilmente de ti.
- En el área de ticket table es súper atascada.
- Es mediocre e ignorante. Ni modo.
- He gastado mucho dinero en ella.
- No tiene caso hablarle por teléfono.
- Sé que no voy a ganar nada con ella.
- Para ella sólo soy un cliente. Conocido y consentido pero cliente al fin y al cabo.
- Me hacen daño sus (vacuas) palabras de cariño.
- Mi dignidad no sirve para nada frente a ella. Mi fuerza de voluntad menos.
- Una de las razones de escribir este blog es por ella.
Sí, todo esto es cierto. Lo acepto. Pero a pesar de todo ello, Alexandra significa algo para mí. Punto. Ya lo escribí. Y no me retracto (12 de Agosto del 2007).
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